Corría el día 10 de julio de 1976 en Seveso, una localidad densamente poblada del norte de Italia.
En la ciudad, la fábrica de cosméticos de la multinacional Hoffmann-La Roche altera su producción debido a la rotura de una válvula.
Pasado el mediodía se produjo una ruptura en un reactor de la fábrica lo que expulsó a la atmósfera unas tres toneladas de sustancias tóxicas.
El infierno del accidente de Seveso, el componente más tóxico
El componente principal expulsado trataba de una dioxina denominada TCDD.
Esta dioxina es uno de los compuestos más tóxicos conocidos lo que formó una nube que devastaría más de 1.800 hectáreas de terreno.
La tetraclorodibenzodioxina o TCDD era el ingrediente activo de uno de los defoliantes que se fabricaban en la fábrica.
Su expulsión a la atmósfera tuvo efectos devastadores, similares al provocado por el agente naranja utilizado por las fuerzas estadounidenses en la guerra de Vietnam.
La falta de coordinación condenó al desastre a la ciudad de Seveso.
La falta de comunicación entre la empresa que provocó el desastre y las autoridades italianas causaron que transcurriesen más de diez días antes de que el gobierno regional declarara el área de Seveso contaminada por la potente dioxina.
Mientras tanto el gas iba ampliando su ratio de acción y alcanzando nuevas víctimas cada vez más alejadas del foco emisor.
La dioxina era tan potente que algunas de las víctimas incluso se encontraban entre los periodistas que llegaron a cubrir la información.
“Cuando finalmente se reaccionó era demasiado tarde.”
Afectados del accidente de seveso
Muchas personas de las afectadas estaban ya en el hospital, con la cara cubierta con máscaras de gasa que ocultaban los terribles desórdenes de la piel que dejarían a muchos de ellos con cicatrices para toda la vida.
El principal efecto con una exposición muy breve al gas era la de padecer cloracné que te dejaba las zonas más sensibles de la piel con llagas y un dolor horrendo.
Cuando toda la verdad salió a la luz se trataba de una cifra cercana a los 11.000 los habitantes que huyeron de la zona crítica.
Habitantes del pueblo huyeron de sus casas abandonando sus pertenencias, entre las que se encontraban unos 40.000 animales de granja.
Los efectos de la nube de veneno fueron devastadores.
Un silencio continuo invadió entonces la que más tarde fue llamada Zona A de la catástrofe, la localidad de Seveso.
Cifras del accidente causado por la toxina
Unas 37.000 personas resultaron directamente afectadas por enfermedades de la piel, malformaciones en los fetos y toda una serie de secuelas que se fueron produciendo en los años posteriores.
Los cultivos quedaron inservibles y las tierras se quedaron yermas para la agricultura o ganadería.
Mas de 3.000 animales perdieron la vida y hubo que sacrificar otros 80.000 para evitar que la toxina entrara en la cadena alimentaria del resto del país.
El juicio por el accidente en la fábrica de Seveso
La empresa causante del accidente se enfrentó a un juicio en el que defendió la accidentalidad de los hechos.
Esto no evitó que Roche tuviera que hacer frente a cuantiosas indemnizaciones sobre todo a las personas afectadas por la nube tóxica.
Entre indemnizaciones y gastos, los desembolsos de la farmacéutica de origen suizo alcanzaron las escalofriantes cifras cercanas a los 300 millones de francos suizos.
Sólo dos de los empleados de la fábrica fueron condenados a 1,5 y 2 años de prisión condicional como responsables del accidente que provocó un desastre ambiental de tal magnitud.
Tras el accidente los entonces diez países miembros de la Comunidad Europea acordaron nuevas reglas de seguridad para las plantas industriales que utilizaran elementos peligrosos en 1982, mediante la llamada Directiva 82/501/EEC o «Directiva Seveso».
Los efectos de la potente dioxina persisten en el suelo hoy en día, haciendo inviable la zona para habitarla de nuevo.
Más: Desastres Ambientales.