El binomio Medioambiente y Sociedad tiene mayor relación de lo que creemos.
El mundo actual donde vivimos tiene una visión poco centralizada sobre el medio ambiente ya que no se gestiona desde un organismo común.
Una visión más global de la naturaleza sin olvidarnos de las relaciones humanas sería lo idóneo, ya que está estrechamente ligado.
La lucha entre el medioambiente y la sociedad
Por un lado, la ecología natural ha brindado al resto de ciencias conceptos como el de ecosistema.
Mientras que la sociología consideraba lo social como algo independiente del entorno natural.
Pero en la práctica, en el punto de vista de las relaciones humanas, la naturaleza forma una parte fundamental en el desarrollo, tanto económico como social.
En esta relación se dan tres premisas fundamentales:
- El ser humano sólo entiende al medio ambiente si incluimos la historia humana.
- La historia humana no puede ser entendida si no incluimos los factores ambientales que ejercen una influencia en la dinámica social.
- Sociedad y ambiente son bidireccionales ya que el ser humano modifica o altera los ecosistemas naturales, mientras que el ambiente influye en los procesos sociales.
Debemos de evitar el determinismo ambiental y cultural ya que no debe haber una separación entre ellos.
Me parece preciso comenzar esta reflexión con la escuela de Chicago.
Los pensadores de esta corriente establecían una división en el sistema biótico y abiótico y estudiaban sus interrelaciones.
Para ellos la Tierra era un espacio vital donde todos los organismos compartían y disfrutaban los bienes.
Esto quiere decir que, el medio ambiente es un sistema global complejo de múltiples interacciones.
El desequilibrio entre medioambiente y sociedad
Los problemas ambientales se dan cuando el binomio ambiente-sociedad sufre un desequilibrio en sus relaciones (conflictos en sus necesidades).
Uno de los principios de la escuela de Chicago es el de adaptación y para ello habla de comunidad, competición (lucha por el lugar), dominación (luchas entre clases), y sucesión (desplazamientos sociales a otras zonas).
Esto para mí es el inicio de la actual discusión de los problemas ambientales.
La problemática actual en temas de medio ambiente se encuentra desligada para muchos, de la sociedad e individuos.
Es necesario, por tanto, una instrucción más determinante a la hora de que todas las personas sean conscientes de lo importante que es la naturaleza para el funcionamiento de la sociedad y cómo nuestras acciones sociales repercuten fuertemente en la naturaleza.
La sociedad suele olvidar con demasiada facilidad este binomio tan importante, lo que produce graves daños a la naturaleza produciendo un efecto rebote que afecta a su vez a la sociedad.
Visto esto, podemos señalar ahora que la mayoría de los problemas ambientales que se producen son debidos a desigualdades sociales.
Los problemas ambientales que afectan a la sociedad
Casos como el dumping o el racismo ambiental se producen mayoritariamente contra poblaciones empobrecidas donde la naturaleza no se valora en absoluto por las clases dirigentes que sólo buscan un beneficio meramente económico.
El término de racismo ambiental surge en los años 70 y pone de manifiesto que las poblaciones más empobrecidas son las más sufridoras a la hora de tener que recibir la contaminación o toxicidad producida por el excesivo consumo de recursos naturales.
Las grandes industrias establecen sus fábricas más contaminantes en países pobres donde los impuestos o las tasas son inferiores o donde el sueldo de sus trabajadores es mucho menor para obtener más beneficio.
La mayoría de éstas atentan contra los derechos humanos por las situaciones en las que mantienen a sus empleados, pero además, lo que se produce es una aberración contra el medio ambiente.
Muchas industrias, vertederos, cementerios nucleares o de neumáticos se establecen en los lugares más pobres del mundo haciendo que zonas mínimamente contaminadas, debido a la falta de capacidad económica de sus habitantes para producir residuos, se vean gravemente dañadas por los residuos de otro.
Esto quiere decir que las sociedades occidentales disfrutan de los “beneficios” mientras que la basura se la “come” la gente más desfavorecida.
Teorías decrecentistas y economía circular
En contraposición surgieron las denominadas teorías decrecentistas que abogaban por mantener una buena calidad de vida, dejando el nivel económico a un lado.
Buscaban un paso atrás en el tiempo no para retroceder, sino para rehacer.
Esto se conseguía intentando reducir, alargando la vida útil de los productos o con una agricultura más sostenible.
Lo ideal en este caso sería una economía circular bien planteada.
La economía circular es un modelo de economía que se desliga del actual consumismo que sufrimos en la sociedad actual, sobre todo en los países occidentales.
Se basa en realizar un circuito a los productos haciendo que su vida útil sea mucho más larga y que se aprovechen de una mejor manera los recursos.
Para que una economía circular funcione debe de cambiar nuestro punto de vista sobre los productos de segunda mano, reusados o reciclados y que a su vez estos productos si que puedan ser asequibles (que exista una diferencia notoria de precio con el nuevo).
El problema de la economía circular es que grandes empresas son las que se suelen enriquecer sacando el máximo beneficio de un producto y no les importa la idea principal de este tipo de economía, siendo un mercado más del que sacar rendimiento económico.
El capitalismo verde, el problema del futuro socioambiental
Con esto entramos en el concepto del capitalismo verde.
El capitalismo verde se refiere a que las empresas se intentan amoldar a la creciente preocupación social por el medio ambiente creando “productos verdes”.
Lo que ocurre aquí es que muchas empresas quieren beneficiarse de lo ecológico, la energía renovable o lo “eco” para sacar beneficio.
Es una forma de lavar la cara a su empresa diciendo que trabajan con productos ecológicos, menos contaminantes para dar una mejor imagen.
En realidad, lo que hacen es sacar beneficio adaptándose a la demanda del consumidor, pero por otros lados perjudican al medio ambiente indirectamente.
Esto se ve reflejado en procesos de producción o eliminación de residuos de maneras menos éticas.
Al hablar de empresas me recuerda otro de los conceptos más polémicos del binomio Medioambiente y sociedad: «el comercio justo».
En teoría el comercio justo brindaría a los productores un precio fijo de venta que les permitiera obtener los beneficios que merecen para poder competir y subsistir.
Pero en un mundo tan competitivo como el actual muchas multinacionales han sabido sacar beneficio de la idea principal, hundiendo a los productores.
La difícil respuesta al desarrollo sostenible
Para finalizar esta pequeña reflexión me gustaría hablar sobre el concepto de desarrollo sostenible, el cual me ha supuesto un quebradero de cabeza ya que, hoy en día, creo que es demasiado difícil de definir.
El concepto de desarrollo sostenible que se presentó en el informe Brundtland exponía que para que esta sostenibilidad existiera deberíamos paliar las desigualdades sociales del planeta como máxima prioridad.
Para que esto ocurra se ponen en duda la actual equidad económica y justicia ambiental que sufrimos en una economía en la que, prima fundamentalmente el beneficio económico en contra del medio ambiente.
Para que exista una sociedad en la que podamos disfrutar de los recursos evitando que las generaciones sucesivas sufran cambios importantes, debemos de establecer unos límites de consumo que en ocasiones son difíciles de tratar.
El desarrollo sostenible sería un punto de partida común entre las visiones económicas contrapuestas de los defensores del desarrollo y los del desarrollo cero creando, en teoría, un modelo económico idílico donde todos estuviéramos lo más cómodos posibles.
Pero a mi parecer esto sólo ocurriría en países con más desarrollo.
No creo que una persona que solamente tiene para subsistir y pasar el día a duras penas considere como sostenible lo mismo que otra que tenga una capacidad económica inmensa.
Para que podamos mejorar la situación planetaria es fundamental no olvidarnos de ninguno de los dos conceptos.
Complementar sociedad y medio ambiente
Tanto medio ambiente como la sociedad se complementan uno con el otro y si queremos llegar a conseguir un mundo más justo debemos prestar especial atención a ambos.
Creo que para mejorar el estado del medio ambiente debemos paliar las desigualdades sociales del sistema en el que nos encontramos.
Así mismo, es necesario mejorar las condiciones ambientales para poder crear una sociedad más justa.
En definitiva, el binomio debe escalar conjuntamente a una especie de etapa clímax donde las buenas condiciones sociales hagan que exista una mayor preocupación ambiental.
Al aumentar el bienestar ambiental se traducirá en una sociedad que se encuentre más satisfecha y sea más justa.
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